Con el sonido del agua al caer,
Te dije adiós entre lágrimas; la última noche,
En la que las flores, nacían,
Esos pétalos violetas, acariciaban mis mejillas.
El calor de la luz, no pudo, aliviar
La pena y dolor; de verte marchar.
El sonido de un piano, aún lejano
Llega a mí.
Aquellas flores, aquella noche,
Era un presagio del amor perdido.
Y ahora en esta misma fuente, con aquellos mismos sonidos,
Recuerdo aquel día y las lágrimas vuelven a mí
No hago más que pensar,
Que todo era una trampa del azar.
Pero, yo te amaba, y ese amor, sigue ahí,
Aunque no es nada más,
Que un recuerdo.
El calor de la luz, no pudo, aliviar
La pena y dolor; de verte marchar.
La cruel melodía del viento formada por risas
Y ahora por lágrimas.
Sólo una vez más, sólo una vez más
Déjame verte, déjame amarte
Porque se que aún me quieres
¿Verdad?
Escrita en: Fontana de Trevi, Roma
El: 22.02.2010
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